Marcial Maciel, entre el cielo y la tierra
Foto de Marcial Maciel con Juan Pablo II
(Fuente: página web de los legionarios de cristo. )
http://www.legionariesofchrist.org
Para unos es un guía y casi santo; para otros, un pederasta. El sobrino de generales cristeros y cuatro obispos fundó la Legión de Cristo. Es un caso de estudio, dicen, sobre la desinformación y el culto a la personalidad
JULIÁN SÁNCHEZ El UniversalDomingo 28 de mayo de 2006
Llamado por muchos como el "maestro", "el guía", "el padre fundador", Marcial Maciel Degollado también ha sido calificado como pederasta por quienes sostienen haber sido víctimas de abuso sexual en su juventud como seminaristas, causa por la cual ha recibido la orden de retirarse a "una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público".
Nació en Cotija, Michoacán, el 10 de marzo de 1920. De niño le decían El Güerito y es sobrino de generales cristeros, entre ellos Jesús Degollado Guízar y de cuatro obispos: Luis Guízar Barragán, de Saltillo; Antonio Guízar y Valencia, de Chihuahua; José González Arias, de Cuernavaca; y Rafael Guízar Valencia, de Xalapa. Este último ha sido inmortalizado con una estatua en Cotija, y es promovido por los Legionarios de Cristo (congregación de la que Maciel es fundador), para llegar a la santidad al igual que la madre del propio Marcial, Maura Guízar (Mamá Maurita), respecto a la cual se resalta en la página de internet de la Legión su vida y obra.
Su padre, Francisco Maciel Farías, del que Maciel no habla, tenía un ingenio azucarero y un rancho. Y sus hermanos eran seis varones y cuatro mujeres. La Legión lo ha mostrado como un niño que se levantaba temprano a ordeñar las vacas y que en las tardes se dedicaba a cuidar a los pobres y los enfermos. Algunas veces llegaba descalzo a su casa porque había regalado sus zapatos. "Mamá Maurita tuvo que prohibirle que lo siguiera haciendo. En una ocasión, su mamá lo encontró temblando de frío porque había regalado toda su ropa".
Jason Berry y Gerald Renner escribieron en Votos de silencio, que Maciel es un caso de estudio sobre la desinformación y el culto a la personalidad. Incluso, la campaña que puso al tío y a Mamá Maurita en la fila para la canonización debe ser considerada como la preparación para su propia candidatura póstuma a la santidad. Se ha dicho que la relación con su padre no era muy buena, y que Francisco Maciel pensaba que su hijo era demasiado blando. De hecho, Juan Vaca, uno de los que denunciaron a Marcial, llegó a comentar que su padre quería que fuera un hombre rudo y lo dejaba que durmiera con los hombres en las cabañas de los campos de siembra.
José Barba, uno de los principales promotores de las denuncias contra Marcial Maciel, asegura que éste fue abusado en dos ocasiones de niño y que fue expulsado de dos seminarios.
El sicólogo Jorge de la Peña señala que no es una regla que quienes han sido abusados de niños se conviertan de adultos en abusadores, pero cuando se da el caso, se va generando una patología que se convierte en una perversión que se vincula con actos pedofílicos. Y en el caso de Maciel, éste se insertó en un ambiente que le pudo permitir hacer esa perversión. Es decir, entre jóvenes seminaristas.
Muchos de sus detractores dudan de la causa que motivó una de sus salidas de uno de los seminarios; es decir, que se haya dicho que fue por sus acciones fundacionistas de una congregación.
El sacerdote legionario Alberto Villasana escribió que Maciel tuvo una revelación en mayo de 1934, en donde señala que Marcial relató que se encontró con dos monjas, y una de ellas le preguntó, con base en su parentesco con obispos, que por qué no se había hecho sacerdote.
"Dios utilizó lo que llamamos confusión para hacerme entender que me estaba llamando. Me resultó entonces muy claro que Dios había puesto su mirada en mí y que me elegía como su sacerdote, a pesar de no ser digno de mi desgracia."
En el libro El círculo del poder y la espiral del silencio, escrito entre otros por Fernando M. González y el antropólogo Elio Masferrer, se comenta que, según Maciel, a los 16 años, luego del encuentro con las monjas, la voz de Dios lo llamó a fundar una congregación religiosa.
"Marcado por la doble excepcionalidad que otorga el medio religioso católico a los dos llamados -el primero, por la vía indirecta de las dos religiosas; y el segundo, directamente por Dios- y por la resistencia humilde a la voz interior que lo habitaba, Maciel pudo marchar seguro por la vida, apoyándose inicial y muy firmemente en los tres tíos obispos", escribió Fernando M. González.
A los 20 años de edad, cuando era un seminarista, Marcial Maciel fundó en 1941 la Legión de Cristo en la ciudad de México. "Tres estancias en el sótano de una casa antigua. Unos cuantos periódicos por colchón, la toalla como cobija y de almohada los propios zapatos envueltos en el pantalón. Es el 3 de enero de 1941. Ha nacido la congregación religiosa de los Legionarios de Cristo. Trece jóvenes guiados por un seminarista de 20 años, estudiante de teología", según un relato fundacional.
De acuerdo con la propia congregación, la Legión de Cristo y el Regnum Christi son organizaciones católicas al servicio de la Iglesia y de la sociedad, que trabajan para construir el reino de Cristo. Es una congregación de sacerdotes de derecho pontificio (que tiene la aprobación plena del Papa y de la Iglesia). Tiene unos 600 sacerdotes y 2 mil 500 seminaristas. El Regnum Christi es una asociación formada en gran parte por laicos; es un movimiento eclesial con decenas de miles de miembros en todo el mundo, que oran y trabajan en obras al servicio de las personas de cualquier clase o condición social.
Para el antropólogo Elio Masferrer, la Legión es una propuesta lateral sobre la Iglesia católica, que crea mucho conflicto al resto de los católicos, pues representa una opción preferencial por los ricos, dejando fuera a otros sectores. Maciel ha construido un liderazgo excluyente dentro de la Iglesia católica y prácticamente su conflicto no es sólo con la Teología de la Liberación, sino también con el Opus Dei, señala Masferrer.
Marcial Maciel, quien también fundó el Instituto Cumbres y la Universidad Anáhuac, ha sido considerado como un gran hombre religioso por muchos de los que han estado cerca de él, y exaltan toda su obra religiosa y educativa que ha tenido influencia en el ámbito mundial.
"El contacto con el sufrimiento humano marcó en él, desde su infancia, una profunda preocupación por el hombre, en todas sus dimensiones", se lee en su biografía, que resalta que a través de los legionarios y miembros del Movimiento de Apostolado Regnum Christi ha creado cientos de centros destinados al fomento de los valores de la familia.
Creó fundaciones para la promoción del "auténtico feminismo", instituciones especializadas en programas de desarrollo humano integral y la superación personal de jóvenes y adultos, especialmente en el mundo obrero. Contrario a los logros que ha tenido en materia cultural, educativa, social y religiosa, la figura de Marcial Maciel se ha visto dañada con las acusaciones de pederastia, por parte de un grupo de ex legionarios.
Uno de ellos, José Barba, lo define como fascista que ha hecho un culto a la personalidad y que tiene una identidad narcisista y teológicamente se ha considerado como una figura de Dios, pues él mismo ha fomentado dentro de los legionarios, su imagen de superior y representante de Dios.
De acuerdo con Barba, Maciel es una persona anacrónica, y quizá esa sea parte de la razón de su caída, pues su tendencia fascista hoy representa una contracorriente.
http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=138795&tabla=nacion
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