jueves, marzo 02, 2006

La Escuela Cínica, ¿Origen de la contracultura?

Diógenes es el sabio cínico más cautivante, al punto que su figura se ha convertido en una leyenda. Vivía en un tonel. Su aspecto era descuidado y su estilo burlón. Era en extremo transgresor. Platón llegó a decir de él que era "un Sócrates que se había vuelto loco".
Nació en Sínope, en la actual Turquía, en el año 413 a.C. Por cuestiones económicas fue desterrado de su ciudad natal, hecho que tomó con cierta ironía: «Ellos me condenan a irme y yo los condeno a quedarse.» Fue así que anduvo por Esparta, Corinto y Atenas. En esta última ciudad, frecuentando el gimnasio Cinosargo, se hizo discípulo de Antístenes.
A partir de entonces adoptó la indumentaria, las ideas y el estilo de vida de los cínicos. Vivió en la más absoluta austeridad y criticó sin piedad las instituciones sociales. Su comida era sencilla. Dormía en la calle o bajo algún pórtico. Mostraba su desprecio por las normas sociales comiendo carne cruda, haciendo sus necesidades fisiológicas, manteniendo relaciones sexuales en la vía pública, y escribiendo a favor del incesto y el canibalismo. Se burlaba de los hombres cultos —que leían los sufrimientos de Ulises en la Odisea mientras desatendían los suyos propios— y de los sofistas y los teóricos —que se ocupaban de hacer valer la verdad y no de practicarla—. También menospreciaba las Ciencias (la Geometría, la Astronomía y la Música) que no conducían a la verdadera felicidad, a la autosuficiencia.
Sólo admitía tener lo indispensable. Cuentan que un día, viendo que un muchacho tomaba agua con las manos, comprendió que no necesitaba su jarro y lo arrojó lejos. En otra ocasión, cuando estaba en Corinto, el mismísimo Alejandro Magno se le acercó y le preguntó: «¿Hay algo que pueda hacer por ti?», a lo cual Diógenes le respondió: «Sí, correrte. Me estás tapando el sol.»
En una oportunidad salió a una plaza de Atenas en pleno día portando una lámpara. Mientras caminaba decía: «Busco a un hombre.» «La ciudad está llena de hombres», le dijeron. A lo que él respondió: «Busco a un hombre de verdad, uno que viva por sí mismo [no un indiferenciado miembro del rebaño].»
Una vez, al ver cómo unos sacerdotes llevaban detenido a un sacristán que había robado un copón, exclamó: «Los grandes ladrones han apresado al pequeño.» Cuando necesitaba dinero para comprar comida, se lo reclamaba a alguno de sus amigos y, si éste se demoraba, le decía: «Te pido para mi comida, no para mi entierro.»
Durante un viaje en barco fue secuestrado por piratas y vendido como esclavo en Creta. Los vendedores le preguntaron para qué era hábil y él contestó: «Para mandar.» Lo compró Xeniades de Corinto y le devolvió la libertad convirtiéndolo en tutor de sus hijos.
Como vivía en la vía pública, algunos jóvenes solían acercársele para molestarlo. En más de una oportunidad tuvieron que alejarse corriendo porque Diógenes los atacaba a mordiscones, como un perro.
Al igual que su maestro Antístenes, Diógenes reconocía que era necesario entrenarse para adquirir la virtud, la impasibilidad y la autarquía. Y, como su maestro, tomaba como modelo a Hércules, quien vivió según sus propios valores. Se consideraba ciudadano del mundo y sostenía que un cínico se encuentra en cualquier parte como en casa.
Diógenes escribió varias obras, probablemente en forma de aforismos, que se han perdido.
Murió en Corinto en el año 327 a.C. Algunos afirman que se suicidó conteniendo el aliento; otros que falleció por las mordeduras de un perro; y otros que murió como consecuencia de una intoxicación por comer carne de pulpo cruda.

Fuente: http://www.luventicus.org/articulos/03U014/diogenes.html

Replicante en el Cinismo

En el número 6 de la revista Replicante, correspondiente al invierno de 2006, aparece un artículo titulado "Las Diatribas del cinismo filosófico: Diógenes y Bukowsky" en donde el escritor Pedro Trujillo Muro habla acerca de los Cínicos, texto indispensable para discurrir acerca del paralelismo de estos dos transgresores del orden establecido. http://www.revistareplicante.com/pensamiento01.html

Desarrollo del movimiento

Se pueden distinguir dos fases en el movimiento cínico: la primera fase se desarrolló básicamente en Grecia, durante los siglos IV y III a.C., la segunda fase se desarrolló en las grandes ciudades del imperio romano: Roma, Alejandría y Constantinopla, y duró desde los siglos I a V.
El nombre de cínicos tiene dos orígenes diferentes asociados a sus fundadores. El primero viene del lugar donde Antístenes solía enseñar, que era un gimnasio llamado Cinosarges, que se puede traducir como el perro blanco o el perro veloz.
El segundo origen tiene que ver con el comportamiento de Antístenes y de Diógenes, que se asemejaba al de los perros, por lo cual la gente les apodaba con ese nombre (kinicós).
Ésta comparación viene por el modo de vida que habían elegido estos personajes, por su idea radical de libertad, su desvergüenza y sus continuos ataques a las tradiciones y los modos de vida sociales.
Sin embargo detrás de todo esto, el cinismo pretendía dar una respuesta individual a la incertidumbre que se vivía en este periodo de crisis cultural, manifestando su malestar y descontento, y también librarse de los caprichos de la fortuna, guiando al individuo hacia la felicidad.
Este camino no era fácil así que se necesitaba un entrenamiento, una disciplina para conseguir una plena autonomía moral y a ser posible también física.
Era característico de los cínicos la transgresión continua, tanto de los valores tradicionales, como de las normas sociales.
Los cínicos tomaron como modelos a la naturaleza y los animales, los adoptaron como ejemplos de autosuficiencia y basándose en ello propusieron un modelo de comportamiento ético que consideraban fundamental para alcanzar la felicidad, aunque esto solo era posible mediante una rigurosa disciplina física y mental.
Proponen la necesidad de la autoafirmación individual frente a una sociedad alienante y coaccionadora.
El cinismo es una forma de vivir, pero también de pensar y de expresarse, y como no se han conservado las obras de los primeros cínicos, hoy son conocidos en gran parte por dichos y anécdotas , que fueron transmitidos en forma de colecciones, la más usada es la de Diógenes Laercio, referencia fundamental para el estudio no solo de los cínicos, sino de gran parte de la filosofía anterior a su autor.
Utilizaron recursos literarios diversos donde no faltan la parodia, la sátira, la anécdota o la burla, pero siempre de forma escandalosa y provocadora. Invalidar la moneda en curso

fuente:
http://www.extrasensorial.com/colaboraciones/movimientocinico.htm

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